Más allá de si creemos o no, las imágenes que verán a continuación no aspiran a otra cosa que intentar enseñar la belleza de la liturgia que una procesión de Semana Santa regala a la vista de aquellos que quieran observarla, mirarla, vivirla. Ya sea participando dentro de ella como Nazareno, Costalero, militar o como simple público que pacientemente ya sea de pie o sentado ven pasar todos y cada unos de los tronos, banda de música, penitentes, etc.
Las fotografías que expongo a continuación tienen lugar en mi ciudad de origen y pertenecen concretamente a la procesión del 6 de abril del 2023, el Jueves Santo.
Me van a perdonar porque desconozco los nombres de los tronos y las cofradías que ese día procesionaron por las calles de Marbella, tampoco tengo el más mínimo interés por saberlo. Para mi, en mi condición de ateo, esas imágenes que los fervientes devotos adoran no significan nada, salvo la belleza intrínseca que poseen. Y eso, resaltar esa belleza es lo que, humildemente y bajo el mayor de los respeto a todos y cada unos de los que participan de esas fiestas he pretendido hacer. Espero haberlo conseguido.